Según trascendió este miércoles, el Gobierno planea ampliar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), a los monotributistas de las categorías C y D, que habían quedado excluidos en el primer lanzamiento del programa. Esta nueva etapa alcanzaría a cerca de 500 mil argentinos, por lo que el gabinete económico analiza el impacto presupuestario de esta ayuda.

La asistencia, que surgió como medida paliativa para superar la crisis económica generada a raíz del parate económico generado por la pandemia del coronavirus, estará destinada en esta oportunidad a las categorías que perciben ingresos de entre 35.000 y 52.000 pesos mensuales aproximadamente, con una media del orden de los 40.000. 

En este sentido, el pasado viernes el presidente Alberto Fernández dijo que “estamos preocupados por algunos sectores de la clase media, estamos viendo cómo ayudarlos, fundamentalmente los monotributistas de las categorías C y D“.

En un principio, el monto de la ayuda partiría en los 10.000 pesos que conforman el Ingreso Familiar de Emergencia, lo que significaría un egreso presupuestario de alrededor de los 5.000 millones de pesos.

La primera fase del programa registró una inscripción de más de 11,5 millones de argentinos, de los cuales 7,8 millones resultaron beneficiarios, duplicando la estimación que había realizado el Gobierno cuando lanzó la asistencia.

Por último, es casi una confirmación que el Ingreso Familiar de Emergencia continuará durante el mes de mayo, teniendo en cuenta que el Gobierno planea continuar con la cuarentena obligatoria algunas semanas más.